Inteligencia Artificial: El fin del trabajo como lo conocemos y su impacto en la web y el diseño

Written by Wizard

22 de febrero de 2025

De muchos es sabido que la inteligencia artificial está cambiando la forma en la que trabajamos. Herramientas como ChatGPT, Copilot, Stable Diffusion, Midjourney y DALLE se han vuelto parte de nuestro día a día, facilitando tareas para diseñadores y desarrolladores. Pero, ¿hasta qué punto estas herramientas son realmente rentables en el mundo del desarrollo y el diseño web?

 

Negar que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse es de necios, cualquier persona realista debería saber que, en pocos años, quien no se familiarice con este tipo de herramientas quedará obsoleto en este sector. Sin embargo, ¿realmente es oro todo lo que reluce?

 

Durante los últimos meses, he asesorado a multitud de empresas interesadas en adoptar estas tecnologías. Algunas buscan utilizarlas de manera responsable para agilizar sus procesos, mientras que otras simplemente quieren reducir costos de personal para maximizar beneficios. Pero, ¿hasta qué punto esto puede poner en riesgo a una empresa?

Vulnerabilidades por el uso de Inteligencia Artificial

Tipos de inteligencia artificial y sus implicaciones

Hoy en día existen multitud de formatos en los que consumimos modelos de inteligencia artificial, quizá, la más popular es la IA generativa, pero existen otros muchos según su función, aplicación o capacidad: modelos analíticos, automatizados, reactivos, etc. ¿Por qué entonces solo se habla de la IA generativa? ¿Qué nos hace pensar que es tan revolucionaria?

 

Muy probablemente, lo que más llama la atención de estos modelos es su capacidad de interacción y accesibilidad, volviéndose una herramienta tan sencilla de utilizar en muchos casos que incluso parece magia para aquellas personas que desconocen su funcionamiento. Introducimos un prompt y, en segundos, nuestras herramientas favoritas generan desde contenido, código, imágenes, audio e incluso videos, pero, ¿qué pasa exactamente con ese contenido generado?

 

¿Es libre de derechos de autor?
¿Es mejor que el creado por humanos?

¿Puede la IA cometer errores?

¿Su contenido es original?

¿Hasta que punto puede ayudarme a crecer como profesional o empresa?

 

Inteligencia artificial destruyendo la originalidad y el arte
Humano conectado a la IA

Para entender todo esto, primero debemos saber cómo funcionan estos modelos. En términos simples, un modelo de inteligencia artificial actúa como un predictor de texto extremadamente avanzado entrenado con grandes volúmenes de información y capaz de reconocer patrones que pueden llegar incluso a pasar desapercibidos para las personas, lo que le permite generar respuestas que parecen inteligentes y bien estructuradas basándose en los ejemplos (entrenamientos) asimilados, sin embargo, y llegados a este punto te preguntarás ¿hasta qué punto son fiables?

 

La respuesta es clara, actualmente no son completamente fiables y menos aún infalibles, al menos la mayoría de modelos que usamos generalmente en nuestro día a día. Por ello, estas herramientas deben ser supervisadas por profesionales cualificados en entornos laborales.

 

Aunque los datos con los que se entrenan pueden parecer precisos debido a la calidad de su procesamiento de lenguaje natural (especialmente en modelos como GPT), estos también pueden presentar errores por falta o inconsistencia de información, alucinaciones e incluir trazas de información confidencial o contenido protegido por derechos de autor erróneamente adquirido.

 

Incluso en el ámbito de la ciberseguridad, pueden ser utilizadas para generar código con vulnerabilidades o introducir puertas traseras en los sistemas donde integramos código desarrollado por estas herramientas.

 

Esto sin pararnos a pensar que hacen las empresas dueñas de estos motores con nuestra información. ¿Realmente no la almacenan? ¿Cómo podemos estar seguros de ello?

 

Entonces, ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo debemos usarlas en nuestro sector?

Modelos de lenguaje generativo (LLMs) o basados en texto

Este tipo de modelos, utilizados en herramientas como ChatGPT, son los más conocidos, probablemente porque el lenguaje humano es relativamente fácil de procesar y clasificar para la inteligencia artificial, siendo extremadamente útiles a la hora de generar contenido o código, pero, como mencionamos antes, su uso requiere supervisión, ya que por muy bien que puedan llegar a simular una interacción real a la hora de plasmar esta información, esta no siempre debe tener porque ser cierta debido a que siempre dependerá de su entrenamiento, ejemplos asimilados y patrones detectados.

 

Por ejemplo, imaginemos que un ciberdelincuente publica información con vulnerabilidades de seguridad, si un modelo de IA aprende de este contenido y nosotros copiamos dicho código sin verificarlo, podríamos estar introduciendo fallos de seguridad en nuestro sistema.

 

¿Y en la generación de contenido para blogs o el SEO? Técnicamente, sí, podemos usarlos, sin embargo, los motores de búsqueda como Google y Bing han desarrollado otros modelos capaces de detectar contenido generado por IA, y desgraciadamente por mucho que intentemos humanizarlo, siempre estarán un paso adelante. 

 

Modelos de IA generativa orientada a temas artísticos

La inteligencia artificial también está afectando gravemente al mercado del diseño gráfico, herramientas como Midjourney o Stable Diffusion han generado un debate sobre la originalidad y la propiedad intelectual.

 

Estos modelos son una suelen ser una solución económica para empresas pequeñas, pero ¿realmente ofrecen la calidad necesaria? Desde mi experiencia, no. Un diseñador capacitado en estos momentos sigue siendo insustituible por su originalidad, ¿pero que es la originalidad si lo primero que te aconsejan en estos sectores es buscar referencias?, llegado a este punto, se habla que una inteligencia artificial nunca podrá tener esto ya que todo lo que diseña o produce siempre estará basado en modelos y entrenamiento conseguido tras analizar patrones en trabajos anteriores, ¿pero acaso no es eso lo que hace nuestro cerebro y la práctica?.

 

Además de esto, opino que gracias a ese apartado y el debate que plantea, muchas novedades y herramientas que realmente también aportan muchísimo al diseño han quedado eclipsadas, por ejemplo, funcionalidades como el relleno generativo, o la nueva capacidad de Adobe de convertir objetos en 2D en modelos tridimensionales que facilitan cada día más la vida de los profesionales de este sector.

 

Modelos para análisis de datos

Estos modelos son extremadamente útiles para detectar patrones y analizar grandes volúmenes de datos rápidamente, siendo empleados en sectores como la ciberseguridad, el análisis financiero, o la medicina.

 

A través del entrenamiento específico con redes neuronales pueden reconocer estructuras y optimizar procesos que de otro modo serían complejos, llegando hasta el punto de reconocer patrones que en muchos casos pasan desapercibidos para el ojo humano.

 

Sin embargo, dependen totalmente de la calidad del dataset con el que son entrenados, donde un mal entrenamiento puede generar errores o, en el peor de los casos, sesgos peligrosos en la toma de decisiones, como pueden ser las alucinaciones, una vez más motivo por el que deben ser supervisadas, aunque ahorran un tiempo increíble.

 

IA entrenada por humanos
Ejercito IA, comandado por humanos

Conclusión

Cada uno es libre de decidir si adopta o no la inteligencia artificial, pero tarde o temprano será una necesidad ineludible. En estos momentos, claramente nos encontramos en plena explosión de esta tecnología debido a que, aunque la IA existía desde hace ya muchos años, se nos ha facilitado el acceso a ella para de paso entrenarla con nuestra información, volviéndola una herramienta mucho más accesible para la mayoría, haciéndonos partícipes de su mejora y volviéndola una imprescindible para la mayoría.

 

Aunque los modelos de IA mejoran constantemente y de forma extremadamente rápida, debemos ser conscientes de que, como profesionales, también debemos evolucionar en la forma en la que los utilizamos. No se trata de temer a la IA, sino de aprender a usarla con criterio y responsabilidad, eso si, evitando que nos idiotice o se nos olvide como realizar nuestro trabajo.

 

Por desgracia, pienso que todo el problema está en la ética de como se aplican las cosas, pues tal y como les pasará a muchas personas, seguramente se sientan identificadas o estarán hartas de ver cómo cada vez más empresas evitan contratar nuevos compañeros de proyecto o, en su lugar, nos saturan con frases como «Usen la IA, que es el futuro», o quizá también de cómo, en las altas direcciones, se habla de prescindir de trabajadores y apostar por IA, solo para que después seamos nosotros los que acabemos arreglando el desastre de un código mal depurado generado por estas herramientas e implementado sin la supervisión necesaria, facilitando el compromiso de los sistemas y aplicaciones, eso sin mencionar de cómo los diseñadores gráficos son tratados como simples extensiones de un programa, recibiendo prompts de clientes que creen saber cómo debería verse el resultado (porque sí, amigos, todo el mundo cree entender de arte), y si el resultado no es acertado, la solución suele ser repetir el proceso una y otra vez hasta que, al final, terminan diciendo: «Mejor usamos Canva, que lo manejamos todos» en lugar de contar con la opinión profesional.

 

Obviamente la situación de cada empresa y su presupuesto o capacidad es un mundo, pero estas situaciones bastante generalizadas me llevan a preguntarme: ¿Hacia dónde vamos? ¿Hasta qué punto llegaremos antes de darnos cuenta de las consecuencias de nuestras decisiones? ¿El futuro de la humanidad realmente será un ejercito de máquinas liderado por Skynet?

 

Como desarrolladores y diseñadores, debemos conocer el potencial y las ventajas de estas herramientas, pero también sus riesgos. En el futuro, no seremos reemplazados por la inteligencia artificial, sino por aquellos que sepan aprovecharla mejor. Sin embargo, es innegable que ciertos puestos ya no serán necesarios, pues la IA ha demostrado ser extremadamente eficiente en tareas mecánicas y repetitivas, aunque obviamente la humanidad necesitará que existan pastores que las guíen o las supervisen, pues la IA evoluciona a pasos extremadamente agigantados.

 

Aun así, hemos llegado a un punto donde ya no solo optimizan procesos, sino que está reemplazando directamente a las personas, incluso en sectores creativos, llegando a existir incluso influencers digitales generados por IA, capaces de representar marcas y «vivir» experiencias en su lugar, o vemos como las nuevas generaciones han bajado su nivel en educación drásticamente, fallando en cosas muy básicas puesto que utilizan IA y las nuevas tecnologías desde muy temprana edad y sin restricciones. Y todo esto no por innovación, sino por simples cuestiones económicas y de rebaño, y es en este punto donde ya existen dudas sobre que es ético y que no lo es, sintiendo incluso remordimientos cuando desarrollas herramientas de este tipo sabiendo el uso que se les va a dar, pero aun así conociendo que pueden ser mejores que los humanos en muchísimos ámbitos.

 

¿Qué opinas tú? ¿Cómo crees que evolucionará el uso de la IA de cara al desarrollo y el mundo laboral? ¿Qué te hace irreemplazable en tu trabajo? ¿Si tuvieses una empresa renunciarías a sus ventajas? ¿Si tu competencia usa la IA, te quedarías atrás por no hacerlo? Son preguntas duras pero que en algún momento todo trabajador o empresario deberá plantearse.

Pido disculpas a todos aquellos diseñadores que vean las imágenes empleadas y tras leer toda mi parrafada y puedan llegar a ofenderse, pues claramente están diseñadas por IA. Este es un sitio web nuevo y el presupuesto para entradas ideadas para divulgación es limitado.